viernes, 10 de enero de 2020

Luis Gerónimo Pietri: "Aquí todo el mundo tiene miedo de llamarse derechista"



"Las elecciones se ganan con saliva y con método" 


Ahora, cumplidos los 70 años, Luis Gerónimo Pietri, abogado, político y diplomático, continúa siendo una de las personalidades con mayor vigencia dentro de ese conglomerado que en una clasificación simple y superficial pudiéramos denominar derecha venezolana, en contraposición con el otro sector que ha dado en llamarse izquierda. - Para dar una idea exacta de su posición y sin que el término tenga la más remota intención despectiva, decir Luis Gerónimo Pietri es referirse a la corriente política que predominó en el país a partir de la muerte del tirano Juan Vicente Gómez, caracterizada por su anti-comunismo, su apego formal a la Constitución y la permanente invocación del ideario del Libertador, aunque en el fondo no se procurase el cumplimiento de su doctrina, sino mas bien los recursos que éste empleara en su desempeño político administrativo. 

A un cuarto de siglo ya de aquella situación política a la que advino el país tras la desaparición del tirano, en el año 1936, decir Luis Gerónimo Pietri es recordar la ejecutoria del general Eleazar López Contreras y sus viejas prédicas bolivarianas de “libertad con orden” y su permanente llamado a la calma y a la cordura, de la que, al parecer, aun estamos necesitados. 

Hombre de acción y de apego a los principios en los cuales fue formado, confiesa que, aunque siéndolo, antes que definirse derechista, prefiere llamarse liberal y proclama, con énfasis que no deja lugar a dudas, que aún cuando tolera el comunismo, no cree en sus fórmulas ni cree en el marxismo, sin llegar a ser un rabioso anti. No obstante ello, buena parte de sus ratos libres los consume en su estudio leyendo a Jean Marchal, profesor de la Facultad de Derecho en París, quien a estas alturas, en su Curso de Economía Política, vuelve por los pasos del neoliberalismo como fórmula posible de desarrollo de los pueblos. 

De rara estirpe política, decidido, zamarro, para decirlo en criollo, Luis Gerónimo Pietri aparece en el panorama político venezolano en una etapa difícil y convulsionada como fue la del año 1936 y tras dos años de ejercicio en el Ministerio de Comunicaciones -después y siempre bajo su administración, de Trabajo y Comunicaciones- pasa a desempeñar la Cartera de Relaciones Interiores desde 1938 hasta 1941, cuando asume la Presidencia el general Isaías Medina Angarita, a quien  acompaña como Gobernador del Distrito Federal del 41 al 42, cuando se separa del gobierno. Como ministro de López firmó y refrendó el decreto de expulsión de los jóvenes que se oponían al régimen: Jóvito Villalba, Carlos Irazábal, Rómulo Betancourt, Miguel Otero Silva, Rodolfo Quintero, que si fuerte, jamás estuvo revestida de las características de violencia que ahora campea por toda América. Fue factotum electoral en las elecciones municipales del Distrito Federal y organizador de las Cívicas Bolivarianas con un técnico electoral colombiano de nombre Franco Quijano y como Gobernador de Medina Angarita, tras llevar la cuestión a Gabinete y de someter a un interrogatorio escrito a los organizadores, legalizó el partido Acción Democrática y, un año después, al Partido Comunista Venezolano. Hombre fuerte de López, pero al mismo tiempo, hombre de acción y de una gran simpatía personal, solía visitar los barrios de Caracas completamente solo, portando un garrote en la diestra, arma contundente que ya periclitó por obra y gracia de los “Smith-Wesson” y las ametralladoras. Su nombre sonó mucho como candidato a la Presidencia de la República como sucesor de López, junto con el de Alfonso Mejía, también ministro de López y el de Medina Angarita, su ministro de Guerra y Marina, sobre quien finalmente recayó la responsabilidad de la Primera Magistratura del país en 1941. 

Luis Gerónimo Pietri nació en Río Caribe, Estado Sucre, en marzo de 1892. Hizo sus primeros estudios en la ciudad natal y en 1908 obtuvo el grado de Bachiller en Filosofía y Letras en la Universidad Central de Venezuela. Un año antes--- 1807---en la Escuela de Ingeniería de Caracas, alcanzó el grado de Agrimensor Público. En la misma Universidad Central hizo sus estudios profesionales hasta obtener el certificado de suficiencia en 1916. Ese mismo año la Corte Suprema del Distrito Federal le expidió el título de abogado de la República. Años más tarde, en 1925, en acto solemne, la Universidad le otorgó el título de Doctor en Ciencias Políticas. En cuanto salió de las aulas universitarias, abrió su bufete de abogado en Carúpano, donde actuó entre 1916 y 1927, fecha en la cual se traslada a Caracas para abrir su despacho de abogado en la capital. Ese mismo año fue designado Consejero Legal del Banco Venezolano de Crédito, de la Compañía de Seguros Avila y de la Compañía Venezolana de Electricidad. De 1929 a 1937 fue consultor jurídico del Ministerio de Fomento y en este último año entró a formar parte del Gabinete del General Eleazar López Contreras y desempeñó los cargos que antes hemos mencionado. Una vez separado del gobierno de Medina Angarita, se dedica al ejercicio de su profesión, de manera ininterrumpida, durante la gestión gubernamental del Partido Acción Democrática. A raíz de la caída del Presidente Rómulo Gallegos, fue designado presidente ad-honorem de la Comisión Consultiva de Leyes y Reglamentos y desde 1950 hasta mediados de 1953, Embajador de Venezuela en Colombia. En el ejercicio de la abogacía se ha especializado en Derecho Administrativo y Minero. Es miembro del Colegio de Abogados y ha sido Diputado al Congreso Nacional por el Estado Sucre y Senador por el Estado Anzoátegui. 

En 1951, siendo Embajador de nuestro país en Colombia, fue recibido como socio activo de la Academia Colombiana de Jurisprudencia. Ha sido condecorado con la Orden del Libertador en el grado de Gran Cordón: la Orden “Francisco de Miranda” en Segunda Clase: Orden Sol del Perú, en el grado de Gran Oficial y Orden de Boyacá en el grado de Gran Cruz. Casado con Josefa D Lavié, hubo tres hijos en su matrimonio: Ester, hoy señora de Sarría; Luis Pietri y Antonieta Pietri, hoy señora de Parilli. En la efervescencia anterior a la caída del dictador Pérez Jiménez, causó sensación leer un manifiesto que firmaba un importante sector de hombres de empresa y que encabezaba  precisamente el Dr. Luis Gerónimo Pietri. Por esto fue detenido y trasladado a los sótanos de la Seguridad Nacional. El tenebroso Miguel Silvio Sanz, hijo de un abogado que había sido condiscípulo del Dr. Pietri, al verlo le dijo:
- ¡Pero Dr. Pietri, cómo se ha echado esta lavativa! ¡Mire, este hombre está muy duro y no se va a caer nunca!..

- Bueno - le respondió Pietri - firmé ese y firmaría cien como ese. Vamos a esperar a ver si en verdad está tan duro como tú dices... 
- Y en verdad es que no estaba duro nada - concluye con picardía el abogado al recordar el episodio-. Vivía antes en La Florida. Desde hace tres años construyó una quinta en Los Chorros, al final de la Avenida Cachimbo. Se llama “Catuaro”. En su enorme biblioteca estudio recibió a los redactores de “El Nacional”. La entrevista se desarrolló en un amplio salón con piso de madera al que da paso un pequeño recibo. A un lado del escritorio, sobrio mueble de caoba, una pequeña mesa de estilo moderno para los teléfonos. Tiene dos, que él atiende personalmente. Al frente, en tres cuerpos de la misma madera, con labrados, sus libros de estudio. En escritorio situado casi a la salida de la habitación, las obras de consulta y repaso permanente. Sobre los muebles una extensa galería de retratos de familiares, de amigos y, algunos suyos. Al fondo de la habitación una muelle silla de descanso y un gavetero, donde conserva, hoja por hoja, los resultados electorales de 1941 y un estudio completo de las elecciones del 51 que perdió Pérez Jiménez. Ya coronadas siete décadas, con el mismo vigor con el cual persiguió 24 años atrás a los “revoltosos” políticos que ahora detentan el poder o se agrupan en organizaciones de oposición, con voz grave, fuerte, agradable, este hombre alto, de ojos verdes, pequeños y vivaces y de una simpatía contagiosa que se llama Luis Gerónimo Pietri, se dispone con sus compañeros de la AVI a librar una nueva batalla política. Considera que no hay tiempo para organizarse en un partido. Pero su grupo, su club político, que posee dinero y está dispuesto a gastar dinero en las próximas elecciones, aspira a convertirse en un poderoso núcleo de opinión, que reclamará representación en Concejos, Asambleas Legislativas, Cámaras Parlamentarias y acaso, quien lo dudaría, posiciones en el Gabinete Ejecutivo del próximo Presidente de la República. No cree en la proximidad de un golpe de fuerza y niega con énfasis que acceda al poder un sector de la extrema izquierda. 
- No tenemos candidato propio - confía - ni remotamente pensamos discutirlo. Pero puedo asegurarles que somos buenos socios para cualquier organización política. Y él, que lo dice, que es hábil y combativo, malicioso y testarudo, sabrá por qué.



LA AVI (ACCION VENEZOLANA INDEPENDIENTE)

El Dr. Luis Gerónimo Pietri, que es su asesor jurídico, explica qué es la AVI. 
- ¿Es un partido político? 
- No es un partido político. Los partidos políticos no son creaciones artificiales de un día, sino entidades que se forman en la lucha. Se trata solo de un pacto de unión de fuerzas independientes, desde luego con fines políticos, tomando estas palabras en su más noble acepción.
- ¿Qué fines cumplirá la AVI en las elecciones de 1963?
- Esta agrupación podría sumar sus votos a una candidatura independiente para la Primera Magistratura y aún a una candidatura de partido. 
- Pero, ¿llevarán ustedes candidato propio? 
- Pretendemos lograr que los partidos políticos constituidos reconozcan o admitan que los grupos independientes cuya voluntad de acción puede ser decisiva en el proceso electoral, tengan representación en el Congreso, las Asambleas Legislativas, y en los Concejos Municipales. Además, la agrupación pretende dar orientación en cuanto a la política económica, reforma agraria, equilibrio del Presupuesto, no restricción de la economía sino en momentos de emergencia. 
- ¿Cuáles miembros de AVI podrían ser candidatos? 
- Los independientes se han comprometido a actuar unidos ante los problemas políticos nacionales sacrificando toda posición individual. 
- ¿A qué atribuye su designación como asesor político de AVI? 
- Me han honrado al designarme asesor junto con otros compatriotas a quienes se atribuye alguna experiencia en estos asuntos. El Estado de Derecho supone un régimen de autoridad que mantenga el orden público. Por lo demás, el programa de acción de este grupo merece mis simpatías, pues mis ideas al respecto, como todos saben, pueden sintetizarse en la simple y sabia fórmula que reiteraba el Libertador: “Libertad dentro del orden”. Terminada esta introducción sobre Acción Venezolana Independiente, en un cruce preparado de preguntas y respuestas, el Foro comenzó a deslizarse sobre ruedas improvisadas, al calor de una conversación sin protocolo, fluida, en la cual fue brillando el talento y la astucia política del entrevistado, quien insistió que AVI no pretende ser un partido político...Por ahora... 
-Es absurdo – dijo - que nos convirtamos en un partido sin lucha política previa, sin formación de cuadros, sin formación nacional. Nos pasaría lo mismo que le ocurrió a Integración Republicana, que se consumió.

A una pregunta sobre su tema favorito, las elecciones, expresó:

- En las elecciones se gasta plata, no en comprar votos, como la gente cree, sino en organización. Se necesita designar delegados y representantes en todos los pueblos y caseríos, en los barrios de las grandes ciudades. El Consejo Supremo Electoral ha presupuestado 33 millones de bolívares para las elecciones de 1963. Me parece que es poco. Y eso que el Consejo debe atender al funcionamiento de la elección en general. Un partido político, poco más o menos, necesita lo mismo. Hay seiscientas Juntas Municipales y entre 4 y 5 mil mesas electorales repartidas en caseríos de todo el país. Un partido necesita designar representantes en dichos lugares y toda esa gente no puede vivir de balde. Hay que pagarle sus gastos. Una organización política que quiera participar en las elecciones necesita gastar plata y eso no es comprar votos.





PARALELOS POLITICOS 

De un tema a otro, preguntas entrecruzadas sobre la mesa de trabajo del Dr. Pietri, que escucha con las manos entrelazadas colocadas sobre el abdomen. 
- ¿Cree Ud. como mucha gente, que hay un parecido entre los gobiernos de López Contreras y Betancourt, expresado en el anti comunismo de ambos y en el apego a la constitucionalidad? 
- ¡Parecido a Betancourt!.. Ustedes saben que él estuvo incluido en el Decreto de expulsión. No creo que haya parecido. López, es cierto, confrontó circunstancias difíciles. La muerte de Gómez desató muchas pasiones. Había desórdenes, muchos gomecistas anti-lopecistas, etc. López tuvo que luchar contra la izquierda y contra el gomecismo. Pero, a pesar de los saqueos de algunas casas y el surgimiento de los partidos de izquierda, había un orden. El mejor instrumento, la Ley Lara, que fue el modelo en que se basó la Ley de defensa de la Democracia dictada por Gabriel González Videla en Chile. 
- Cuando en aplicación de la Ley Lara se daba el segundo toque de clarín, nadie quedaba por ahí. 
- ¿No cree Ud. que ahora nadie obedecería los tres toques? 
- ¡Que va!... Al oír el segundo toque nadie se para. Aunque es cierto que ante una ráfaga de ametralladora no habría tiempo para tocar corneta. 
- ¿Piensa el Dr. Pietri que Betancourt también ha sido acosado por dos fuerzas?
- No me parece. Creo yo que lo que él llama “derecha” es el residuo del perezjimenismo. Llama derechista reaccionario a un militar que se alza. Pero eso no es la derecha política como tal. Indudablemente la izquierda lo ha combatido más. De frente, sin agazaparse. 
- Pero la Derecha es también un enemigo del actual régimen. 
- ¡Aquí, mis amigos, no hay derechistas!... Este es un país muy raro. Todo el mundo tiene miedo de llamarse derechista. Hasta el “Mocho” Hernández se hacía llamar “liberal nacionalista”-. Ustedes toman por ejemplo a Enrique Pérez Dupuy y le preguntan y resulta que no es derechista. 
- ¿Y usted? ¿Se considera derechista? 
- ¿Yo? Yo profeso la doctrina del Libertador. “Libertad dentro del orden”. Soy bolivariano. Pero volviendo al paralelo Betancourt-López Contreras...
- Son muy distintos. López tuvo oposición, pero en las plazas, discursos y eso: pero en ese tiempo no se conocían las bombas, ni había tiros. El posible parecido está en que Betancourt tiende a ceñirse a la legalidad. Por ejemplo, suspende las garantías y manda el Decreto al Congreso para que lo discuta. El cumple con la Constitución, si le revocan la medida vuelve a imponerla a los pocos días, pero él cumple con la Ley. Hay que reconocer que le ha tocado mandar en un período sumamente difícil.






¡EMPRESARIOS UNÍOS! 

-¿Usted cree que la AVI llenará ese vacío que observa en la política actual, es decir, será el partido de las derechas venezolanas? 
-¡No¡… Les repito:  : Aquí la gente no quiere llamarse derechista. Cree que eso es cavernario. Después de la Federación se acabó la derecha organizada en este país. 
- Entonces la AVI aspira a manejar Venezuela?. 
- Aspira a contribuir con sus ideas, sus teorías económicas, etc., pero no a manejar el país. 
- ¿Y no correrá igual suerte que la Integración Republicana y otras organizaciones similares? 
- Es que AVI no es un partido político, es un grupo que funciona como un club y que trata con los partidos políticos. Dentro del grupo estamos de acuerdo en ciertas ideas generales; pero Nicomedes Zuloaga, por ejemplo, es neo-liberal y en cambio, yo creo positiva la intervención del Estado en ciertas áreas. No se pueden admitir trusts y carteles que dañen la economía general del país. 
- ¿Y este grupo no podría convertirse en partido político?.----la pregunta se enrosca como la serpiente que se muerde la cola. 
- Podría; pero para formar un partido no hay tiempo ni hay base en este momento. Si quisiéramos actuar como partido en las elecciones, tendríamos que legalizarnos en los Estados, designar representantes en 600 municipios y 150 distritos, etc. 

El Dr. Pietri ha vuelto al tema que es su elemento. Saca del escritorio una carpeta con un “Memorando Electoral” elaborado por él en 1951 para la Junta de entonces. Nos hace copiar un párrafo que define su idea: “En todo proceso eleccionario hay que tener presente que un grupo, por más numeroso que sea, fracasará si no cuenta con disciplina y método. Es de principio y así está confirmado por la experiencia que en los procesos electorales deben sustituirse lo casual, lo imprevisto y lo fortuito, por factores racionales de cálculo matemático, prudentemente elaborados sobre estadísticas”. Mientras uno de nosotros copia, el otro suelta la pregunta: 

- ¿Es cierto que Ud. trajo a Franco Quijano como “consejero” de las “bolivarianas” de López Contreras? 

La respuesta es un sí indirecto: 

- ¡Pero si él era un técnico electoral!... De inmediato regresa al “memorando” de 1951 y señala las estadísticas anexas según las cuales la población rural aventajaba a la urbana. En esa época había 840 mil habitantes más en el campo que en la ciudad
- ¡Eso prueba---indicó con gran convicción---que las elecciones se ganan en el campo!.. 
- ¿Y en base a ese pronóstico, quien cree que ganará en 1963? 
- El que tenga más saliva y mas método. ---El método---sigue diciendo, sin tomar respiro---es indispensable para ganar elecciones. En 1941, para las elecciones de concejales, instalé un Comité del gobierno en cada cuadra y así logré sacar 17 concejales contra 7 de la oposición. Me dí cuenta que la radio, los mitines, etc. son cosas que dan poco resultado. Lo que vale el día de la elección es la organización. Aquella vez Rómulo Betancourt ganó en San Agustín con ayuda de los lopecistas. Le dimos nuestro apoyo para que derrotara a ese joven comunista llamado Rodolfo Quintero. 
- ¿No cree Ud. que han cambiado las condiciones políticas para ese tipo de elecciones? Indudablemente el mundo ha cambiado. El marxismo ha tomado mucho cuerpo. Antes se decía que el marxismo se combatía con ideas. Hoy se combate a palos y tiros. Pero el método, la organización, el cálculo científico para ganar elecciones, no ha cambiado.
- ¿Cree que AD ganará nuevamente en 1963? 
- No sé. Ese partido tiene una excelente organización; pero también la tienen URD, el ARS, COPEI, el PCV. Ganará, como les digo, el mejor organizado.



EXCELENTES OFICINISTAS 

- ¿Ha pensado la AVI en un candidato presidencial? - persiste la curiosidad reporteril, en busca de la noticia que pudiera saltar de alguna respuesta suya.
- En absoluto. Esperamos que surjan las candidaturas para adherirnos a una de ellas. 
- En el terreno económico, que parece ser preocupación fundamental de AVI ¿Son ustedes liberales? 
- Lo somos, pero no en el sentido del viejo liberalismo manchesteriano. 
- ¿Están en contra de la actual política petrolera? 
- Naturalmente. Queremos que subsistan las empresas privadas en el marco de la Ley. El Reglamento de Hidrocarburos es bastante bueno en ese sentido. Lo conozco bien, porque yo lo hice. 

Otro paréntesis en la conversación. Recuerdos políticos acuden a la mente del entrevistado. Se levanta, de repente, registra un archivo, a sus espaldas y regresa con una carpeta que contiene un fotostato.

- Mírenla, pero no la lean - advierte. 

Se trata de una carta escrita en máquina, que Rómulo Betancourt, en 1927, enviara a Jóvito Villalba, entonces en Pampatar.

-Betancourt - explica el Dr. Pietri - era escribiente en mi bufete. 
- ¿Por qué esos políticos expulsados del país cuando Ud. era Ministro no le guardan rencor y, por el contrario, hablan de Ud. con cierta cordialidad? 
- No sé. A lo mejor se debe a que yo fui con éllos muy humano. Además, siendo Gobernador de Caracas, legalicé el partido Acción Democrática. El Gabinete Ejecutivo me ordenó hacerle cinco preguntas a Rómulo Gallegos, quien figuraba como presidente de la organización. Eran preguntas como éstas: ¿Qué piensan ustedes de la propiedad privada? ¿Qué papel creen ustedes deben cumplir los sindicatos? Yo estaba seguro que me contestarían con las Encíclicas y así fue. Entonces los legalicé. Además, luego permití un mitin de Betancourt en el Teatro Olimpia y uno de Jóvito Villalba en el Panteón Nacional. 
- ¿Qué opina de Betancourt y de Villalba? 
- Son liberales. Ambos muy inteligentes y, lo mejor de todo, fueron buenos oficinistas. Tienen capacidad y método.
- ¿Cuándo Ud. era ministro éllos eran extremistas? 
- No en esta forma de ahora de bombazos y ráfagas de ametralladora. Hacían discursos, escribían en los periódicos, etc. era otra época. A un diputado que hablaba horrores de mí lo invité a almorzar para que discutiéramos y él fue. La política, entonces, era más amable. 



CAJA ELECTORAL 

- ¿Usted cree que las fuerzas de extrema izquierda podrán tomar el poder en Venezuela? 
- No. Porque hay mucha gente que se opone y se ha creado un sentimiento anticomunista muy poderoso. El partido comunista se encontraría con una fuerte resistencia si tratara de tomar el poder. 
- ¿Y cree Ud. en un golpe de Estado? 
- No. ¡Quién va a querer tomarse el poder!! 
- ¿No ve usted peligro de un golpe militar? 
- ¡Ah, entonces sería un “guamazo”! 
- Por lo tanto, considera que Betancourt terminará normalmente su período presidencial. 
- Si lo creo. Lo ha prometido y debe hacerlo. Después tendremos elecciones como las pasadas, aunque esta vez sin los comunistas. 
- ¿Considera que la AVI debe formar un fondo financiero para gastos electorales? 
- En efecto, formaremos un fondo. Todavía no, porque la AVI hace pininos. Ese fondo, repito, no será para comprarle el voto a nadie, sino para colaborar con otros. 
- ¿A cuánto considera Ud. debe ascender esa caja electoral? 
- Los gastos son bastante elevados. Calculo que más o menos parecidos a los que debe gastar el Consejo Supremo Electoral.
- ¿Por qué ustedes son opuestos a Pérez Alfonzo? 
- Porque la política de no concesiones es equivocada. Las concesiones no causan ninguna pérdida al Gobierno, al contrario, le dan ganancias. En este sentido coincido con las tesis de Uslar Pietri sobre política petrolera. El Gobierno está recibiendo ahora el 52 por ciento de las ganancias petroleras. De cada bolívar de utilidad 92 céntimos se quedan en el país por impuestos, inversiones, salarios, etc. 
- ¿Por qué cree Ud. entonces que Pérez Alfonzo se empeña en mantener cerradas las concesiones? 
- No sé. Cada cabeza es un mundo. Pérez Alfonzo es competente, inteligente, pero creo que está errado en su política. 
- ¿Pero Usted no opina que el desarrollo del país no puede continuar sujeto a la industria del petróleo? 
- Yo también creo que “hay que sembrar el petróleo”, desde luego. Tenemos todas las posibilidades, gracias al petróleo, de convertirnos en una nación desarrollada. Hay que recordar que Estados Unidos solo en 1915 comenzó a ser un país industrializado. ¡Miren lo que ha logrado en tan pocos años! Ahí hay un ejemplo a seguir. 
- ¿Qué opina de la Reforma Agraria? 
- No conozco la forma como se está realizando. Creo, eso sí, en una Reforma que se haga sobre los terrenos incultos que no se trabajan y no sobre fincas en plena producción. Expropiar estas últimas a dueños que las explotan productivamente es un error. La Reforma Agraria en Venezuela viene desde la época del Libertador, quien premiaba con tierras a sus generales. Páez hizo lo mismo. López Conteras parceló las tierras de Maracay. Creo en una Reforma Agraria adecuada y científica. Hay muchos sistemas. Por ejemplo, en Francia los medianeros tienen gran éxito. En el oriente venezolano hay el sistema que llaman del “peón vuelo” que es un socialismo primitivo. Hoy un campesino trabaja en la tierra del otro y al día siguiente lo hacen en la de aquel. En fin, hay que adaptar sistemas y encontrar el mejor.



CAPITALISTAS SIN CAPITAL 

- ¿Por qué razón los capitalistas venezolanos prefieren colocar su dinero en bancos extranjeros y no invierten en el país? 
- No creo haya fuga de capitales. Lo que pasa es que no hay capitales. ¿Quién es rico, verdaderamente rico, aquí? Quienes tienen plata la hacen trabajar. Tienen fábricas de licores. Aceites y otras cosas. Además los norteamericanos están metiendo dinero en Venezuela. Lo que ocurre es que no tenemos verdaderos capitalistas. Hay gente con recursos pero con una fortuna que no alcanza para instalar una industria. Además, no hay conciencia clara sobre la clase de industrias que convienen al país. A mí me parece ocioso instalar telares para la industria textil y tener que importar algodón para abastecer esa industria. Yo soy presidente del Banco Francés-Italiano que tiene depósitos de sus clientes por 150 millones de bolívares. En el último mes los depósitos aumentaron 10 millones. ¿Dónde está la fuga de capitales?
- ¿Cómo se define políticamente, Dr. Pietri? 
- Soy un liberal de centro. Hay de todo en AVI. Eugenio Mendoza es “liberal amarillo” y Uslar “liberal-liberal”. 
- ¿Qué opinión le merece el Programa “Alianza para el Progreso”?
- Me parece muy bien intencionado. ¡Ah, y no creo tenga razón ese americano (Chester Bowle) que dijo era peligroso entregarle plata a los países latinoamericano porque se la cogían!. Pero los problemas son enormes y no basta con la buena intención. Ahí está el caso de los ranchos. Me acuerdo que los barrios pobres en 1936 eran en verdad terribles pero no tanto como ahora. En esa época estaban construyendo el edificio para el Instituto Pedagógico, en El Paraíso y en las faldas del cerro comenzaron a aparecer los ranchos. Luego crecieron como una ciudad. Los tumbó Pérez Jiménez y volvieron a aparecer. 
Es un problema para cuya solución se necesita mucho dinero y esfuerzo.
- ¿Cree Ud. que las actuales tensiones internacionales pueden desembocar en una nueva guerra mundial? 
- Nadie puede predecirlo, pero esto me recuerda la época en que fui Ministro de Comunicaciones. Vino entonces un técnico alemán. Era la época de Hitler. Lo trajimos para estudiar el tendido de líneas de telégrafos y teléfonos. Durante mi actuación se levantó la línea Caracas-Táchira. Ese técnico alemán me dijo: “Ministro, hágame el contrato. No crea que va a estallar la guerra. No hay real para hacer la guerra”. Pues bien, al día siguiente estábamos en plena guerra mundial. 

Nos despedimos de tan amable y paciente anfitrión. Nos habían dicho que el Dr. Luis Gerónimo era un poquito gago. Pero la verdad sea dicha, mientras habló con estos periodistas no tartamudeo una sola vez. 

(Leyenda: El Dr. Luis Gerónimo Pietri entre sus entrevistadores 
Omar Pérez y Manuel Cabieses). 

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