viernes, 10 de enero de 2020

Un diagnóstico de Domingo Alberto Rangel: "El problema no está en el método, sino en la política que se aplicará"



"Nosotros le arrebatamos a AD
casi la totalidad de los jóvenes y buena
parte de sus masas obreras organizadas".
Retrepado en una silla, justo bajo un cuadro del pintor mexicano David Alfaro Siqueiros cuya figura central parecía seguir en detalle la conversación, Domingo Alberto Rangel iba desgranando su pensamiento mientras se mecía inquieto, afincándose en las patas traseras del mueble que lo llevaban hacía adelante y hacia atrás, en la calma meridiana de la redacción. 

- El problema no está en escoger entre métodos violentos y métodos pacíficos, sino en la política que se haga frente a los intereses dominantes en nuestro país .Aquí rodearían y exaltarían a quien llegue por la violencia a dejar las cosas intactas; pero quien ascienda por vías pacíficas e intente modificar siquiera parcialmente el orden actual, tendrá dificultades. 

Me había invitado con gesto cordial y un inconfundible acento cordillerano a que le formulase cuantas preguntas quisiera, fundamentalmente sobre política. No eludiría ninguna. Como buen gladiador, iría al combate a dar y a recibir. Y fue así como un torrente desbordado en veces levantándose y dando pequeños paseos por la habitación, con algunos paréntesis telefónicos y una que otra interrupción de Cuto Larnache para un chisme internacional, por más de tres horas desmenuzó las preguntas, sin una vacilación, con el mismo brillo oratorio que exhibe en el parlamento y con idéntica pasión y vehemencia. Terrible con el contendor, leal con el aliado, crudo como en sus inicios de dirigente, allá por el año 1946, cuando sus adversarios políticos de entonces, le acomodaron el remoquete de: “Jurunga Muerto”. 

- ¿Supo quién se lo puso? 

Indiferente a cuanto se diga o se piense de él, reveló que nunca se había preocupado por averiguarlo. 

- ¡Pero en verdad, era sectario! ¡Insoportablemente sectario! - confiesa ahora el máximo representante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. 

Entramos en materia: 

- ¿En líneas generales ha sido positiva o negativa para el MIR - le pregunto - su declarada posición marxista leninista? - y entonces, sin tomar aliento, me vacía de una sola parrafada su respuesta -: 
- La influencia que el MIR ejerce en distintos sectores de la opinión venezolana es un reflejo de tres factores: 1) Su firmeza doctrinaria; 2) la claridad y sinceridad de sus prédicas; 3) la probada honestidad de sus dirigentes. Nosotros formamos un movimiento que tiende a nutrirse del concurso político de las capas más explotadas y por eso más amplias de la población. Esas capas no tienen por qué ver con alarma nuestra declaración marxista-leninista, puesto que esa filosofía se ha hecho, precisamente, para conducir a los pueblos a su emancipación total.  La experiencia contemporánea demuestra – agrega - que solo el marxismo está dando respuesta lúcida y justa a los problemas de esa “humanidad sumergida” de que habla el sociólogo Myrdal. El marxismo constituye, a nuestro juicio, la explicación más completa de las leyes que determinan la marcha objetiva de las sociedades. Al capitalismo, ya tan desplomado, tiene que sucederle el socialismo. Eso, en los pueblos de más alto desarrollo como son los de Europa Occidental y Norteamérica. Entre nosotros, el presente orden en el que se mezclan el capitalismo monopolista que nos trajeron las inversiones extranjeras, los residuos feudales que todavía malogran el desarrollo del campo y los primeros pasos de un capitalismo vernáculo todavía incipiente, la tarea consiste en liquidar los nexos de dependencia que nos unen a las grandes metrópolis, exterminar las formas medioevales en la agricultura y realizar un movimiento industrial en el cual juegue el Estado papel preponderante. En esas condiciones – añade - solo partidos que sepan unir a las clases más consecuentes revolucionarias, que son el proletariado y los campesinos están en capacidad de asegurar en el plano de las más profundas realidades históricas, el progreso del país. Y el marxismo es la teoría que encarna los intereses de la clase obrera y de los campesinos. 
- ¿Y cómo es que el MIR no ha procurado su desarrollo en el campo? - le suelto a boca de jarro. 
- Nuestros enemigos - se defiende - consideran que el MIR es un partido juvenil con vigencia en los liceos y en la Universidad. Esa es una caricatura tan infame como interesada. Puedo hacerte un balance que demuestra cómo en el movimiento sindical tenemos una fortaleza que nos coloca en posición envidiable. Comienza a señalar: 
- En el Distrito Federal el “MIR es la primera fuerza en el Sindicato Bancario, en el gremio de trabajadores de la aviación comercial, entre los empleados de comercio y el Sindicato de Seguros. Ocupamos un lugar destacado aunque no preponderante en el transporte, en los textiles y en el gremio de trabajadores de las clínicas y de los hospitales. En el interior ocupamos con Acción Democrática la más importante jerarquía entre los trabajadores de la industria del hierro. Y en el petróleo creo que nos podemos equiparar a las otras fuerzas de la oposición. Cuanto ocurre – explica - es que nuestros estudiantes han cumplido, por las características del momento venezolano, un papel destacadísimo que a veces eclipsa a obreros y a campesinos y ha dado pábulo a la leyenda de que somos un partido estudiantil. 
Ya vamos polémica adentro. Abelardo Raidi ha querido seguir la conversación sentándose en un ángulo del escritorio pequeño y frágil frente al cual está Domingo Alberto y al moverse más de la cuenta derriba varios libros y un cenicero.
- ¿Qué opina Ud. doctor Rangel de la consigna de los comunistas “nuevo gobierno ya”? 
- Ese proceso tendrá que cumplirse ineluctablemente en Venezuela. En las actuales condiciones corresponde iniciar la liberación a un frente nacional en el que caben, bajo la dirección de los sectores más firmes, todos los venezolanos que tengan una posición progresista. 
- ¡Jurunga, Jurunga! - se chancea un visitante. Pero Domingo Alberto no le presta mayor atención. Apenas sonríe. 
- Dentro de las modalidades históricas de Venezuela - continúa - la liberación no solo interesa al proletariado y a los campesinos sino también a la llamada burguesía progresista; es decir, a la burguesía nacional. Las realidades actuales tienden a colocar a esa burguesía nacional en el campo de la liberación. Me precio de conocer bastante bien la política norteamericana, pues soy un lector asiduo de las revistas y periódicos de ese país. El señor Kennedy no tiene más alternativa que intensificar la colonización de los países latinoamericanos. La Alianza para el Progreso es una estafa. A cambio de los dólares que van a suministramos, los Estados Unidos exigirán la supresión de las barreras arancelarias para ciertos productos y la admisión de sus capitales en las ramas mas estratégicas de nuestro desarrollo. La burguesía nacional tiene dos alternativas: o lucha por la liberación, en defensa del mercado nacional y de sus posiciones en las ramas que corresponde desarrollar al sector privado en Venezuela o se convierte en ama de llaves de los inversionistas norteamericanos. Por ello nosotros estamos persuadidos de que el Frente Nacional será capaz de incorporar a los sectores nacionalistas de la burguesía.
- ¿Apelando también esa burguesía a la violencia? - le pregunto. 

El dirigente dispara:

- Esa respuesta tienen que darla nuestros enemigos en la arena política. - Insiste - en Venezuela está planteado un cambio. La situación actual es insostenible. El problema está en precisar las formas de ese cambio y allí es donde radica el papel de quienes están dirigiendo el país. Porque si el sistema constitucional no permite que ese cambio se haga por medios pacíficos, vendrá la violencia, inevitablemente. 

Nueva interrupción. El doctor Rangel aprovecha la pausa para hacerse traer un te sin limón y averiguar sobre el resultado electoral en Colombia, que Lamache ha estado suministrándole por cuenta gotas... 
- Jurunga, Jurunga - caemos en otro terreno, igual de profundo: su separación de Acción Democrática. 

“La posición nuestra en AD era realmente insostenible. Las discrepancias en los últimos días de nuestra permanencia en el Partido se habían hecho insondables. Existía una contradicción entre nosotros y el resto de los dirigentes que no podía conciliarse en lo absoluto. La política de concesiones al capital extranjero, la reforma agraria, la política fiscal y monetaria y la política sindical eran temas que nos enfrentaban ásperamente .. Llegó el dilema y solo la desgarradura del Partido pudo resolverlo. El propio Betancourt se había dado cuenta de ello y fue así como dos meses antes de la división exigió que el Partido escogiera entre él o yo”.

- ¿Quién cree Ud. que se llevó más gente del tronco común: el MIR o el ARS?

Por primera vez cesó el penduleo sobre la silla. El dirigente pasa su diestra una y otra vez sobre la cabeza que exhibe ya los estragos de una enorme calvicie.

- Sería difícil - arriesga finalmente - dar una respuesta exacta a esa pregunta… Nosotros le arrebatamos a AD casi la totalidad de los jóvenes y buena parte de sus masas obreras organizadas. El ARS y sobre todo Ramón Quijada, le han quitado amplios sectores campesinos y profesionales.

Un alto momentáneo para pasarse otra vez las manos por la cabeza y... a la carga. 

- Pero hay una diferencia entre el MIR y el ARS. Nosotros, por la claridad de nuestros principios y por la intrepidez de nuestra lucha, hemos atraído importantes sectores independientes e inclusive, a gente de otros partidos. Pero la vista está fija ya en otro objetivo central: el régimen. Nosotros creemos - declara con énfasis - que este gobierno está arruinando a Venezuela. En lo económico no  puede concebirse una política más incoherente e irresponsable. Ya es inocultable el número de desempleados. . 

Domingo Alberto está disparado. A la hora de las acusaciones sobre realidades actuales no se detiene siquiera a analizar problemas pretéritos que pudieran desencadenar situaciones insolubles en el presente. El problema del desempleo para él tiene causas clarísimas. Una economía en crisis no puede absorber los contingentes humanos que se incorporan al mercado de trabajo. 

- El señor Betancourt - jurunga, jurunga, sistemático - cree que vive en el mejor de los mundos posibles. Parece que todavía no se ha dado cuenta de que estamos atravesando una honda depresión. Todo el país le ha pedido un cambio en la política económica. Desde Fedecámaras hasta los comunistas, distintas fuerzas han presentado fórmulas que contribuirían a superar la recesión, evitándonos la bancarrota. Y vuelve sobre la margen izquierda de la declaración, la consigna “nuevo gobierno ya”. Ahora el Congreso podría intentar un cambio. Y debe hacerlo, ciertamente. Pero si se fracasa yo veo muy precarias las posibilidades de mantener el imperio formal de las instituciones. La huelga de San Cristóbal fue un síntoma que pocos han analizado. Tenía que haber mucha hambre, mucho descontento y mucha desesperación para que todos los gremios del Táchira declararan una huelga y la llevaran, por ellos mismos, al borde de la insurrección. Si la crisis se profundiza, y yo lo creo así, habría que hacerse una pregunta: ¿Cómo llegará nuestra economía a 1964? 
- ¿Y si tal es la situación, doctor Rangel, no resultaría fácil a las fuerzas de izquierda imponer sus candidatos en un proceso electoral más o menos próximo antes de cerrarse en el túnel sin desembocadura de la violencia? 
- La política no es tan sencilla. Es difícil convencer a los hambrientos, a los fallidos y a los desempleados que aguarden esas calendas griegas del tránsito constitucional hacia otro gobierno. Probablemente algunas personas duden pero lo cierto es que nosotros no hemos desatado artificialmente conflictos en que haya intervenido la violencia. Siempre fueron las propias masas, por razones insoslayables las que iniciaron la lucha. Y nosotros como partido popular teníamos que estar al lado de ellas. Podría sintetizarse en una frase todo el contenido de nuestra táctica: Estaremos al lado de las masas populares cualquiera que sean las vicisitudes que haya de vivir el país. 
- ¿Y en el caso de que el candidato a la presidencia sea el doctor Jóvito Villalba? 
- Eso depende del programa y de la orientación que el doctor Villalba llegare a imprimirle al gobierno. El doctor Villalba tiene actualmente una posición progresista que lo ha llevado a hacer causa común con nosotros en muchas jornadas. Si algún día llegara a ser Presidente nosotros le exigiríamos que cumpliera lo que tanto ha dicho y estoy seguro que él escucharía nuestra voz, porque tanto pública como privadamente ha manifestado tener gran respeto por nuestra solvencia intelectual, nuestra pureza doctrinaria y nuestra franqueza táctica. 
- ¿Y en el caso de que el candidato fuese el Vicealmirante Wolfgang Larrazábal? 
- Son igualmente valederas las razones que te dí al responderte la pregunta referente al doctor Villalba. 
Jurunga, Jurunga, caímos en el caso cubano. 
- Hemos dicho – confesó - que somos irrevocables amigos de la revolución cubana. En Cuba ha desaparecido la sujeción nacional a intereses foráneos. Han sido aplastados los vestigios del feudalismo y el pueblo ha entrado a controlar su destino. Seríamos cobardes y demostraríamos un apego poco firme a nuestros principios sino miramos con alegría y con optimismo el proceso que bajo la dirección de Fidel Castro se está desarrollando en esa isla. Sabemos que esta posición acarrea dificultades, pues contra Cuba se ha cerrado. El anillo de la ignominia. Pero estamos dispuestos. A pagar en boicot, en acorralamiento y en lo que fuere, el precio de la solidaridad con la revolución cubana que nos imponen los principios que configuran nuestra vida como partido. 

De inmediato y como consecuencia de lo primero que me dijo sobre Cuba, le pido que me hable sobre las guerrillas. Y con su desbordada elocuencia, el máximo dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria me declara: 

- El Gobierno está padeciendo la conocida situación del aprendiz de brujo. Durante muchos meses sus portavoces hicieron propaganda sobre las guerrillas. El doctor Luis Augusto. Dubuc y el general. Antonio Briceño Linares, vocero de las Fuerzas Armadas, expedían declaraciones, comunicados y telegramas hablando de la posibilidad de que Venezuela fuese escenario para una guerra de guerrillas. Fueron enviados oficiales de las Fuerzas Armadas a Panamá, donde los cerebros electrónicos del ejército norteamericano los prepararon para contrarrestar en la manigua la insurgencia guerrillera. Ahora hay unos focos de campesinos que han cambiado. La chícura por la escopeta, Son campesinos que no. aguantaron mas el acoso de la Guardia Nacional, la represión de los jefes civiles y el cerco latifundista. En las montañas han querido iniciar la vida del que espera, luchando, un mundo mejor. Para el MIR – agrega - es explicable esa rebeldía. Cuando se cierran los caminos para el diálogo y el respeto de los derechos democráticos sucede la persecución y los pueblos improvisan sus medios de defensa. 

Insiste Domingo Alberto en que no han sido enviados contingentes estudiantiles a las zonas rurales. El fenómeno que está ocurriendo se explica, según él, por la capacidad de atracción que tiene la rebeldía.

- De aquí viene la leyenda presidencial de los guerrilleros nonatos. Por eso digo que el Gobierno con su opresión ha desatado unas fuerzas que como el aprendiz de brujo, terminarán por arrollarlo.

Ha hundido el estoque hasta la empuñadura y está de pie, en el centro del salón, los brazos cruzados a la altura del pecho, la insurgencia del marxismo contra la vieja guardia es un síntoma más del proceso de descomposición de AD sin el cual en Venezuela resultaría imposible el progreso social y económico. En la medida en que el arsismo adopte posiciones progresistas el MIR será su amigo consecuente y firme. 

Y una discreta banderilla anotada por un compañero que no pudo estar presente en la conversación: ¿Cómo diferencia el doctor Rangel el Movimiento de Izquierda Revolucionario del Partido Comunista?

- MIR Y PCV son dos destacamentos que tienen específicas misiones dentro del proceso de liberación nacional en Venezuela. El Partido Comunista es el destacamento por excelencia de la clase obrera. El MIR es un destacamento que con las ideas del marxismo busca llevar la liberación a sectores más amplios para convertirlos en consciente y homogéneo caudal, capaz de hacerle frente a las grandes tareas de la lucha. El MIR, como su propio nombre lo indica, es un grupo político cuya única función es la de coadyuvar a la liberación de Venezuela. Cumplida esa etapa, el MIR sufrirá una transformación que por lo pronto no puedo precisar, pero que vendrá indefectiblemente. 
- ¿Se integrará de manera definitiva al Partido Comunista? 
- No lo sé decir. Nosotros creemos que la revolución en Venezuela producirá tantos cambios, que afectará la integridad, la fisonomía y la distribución de las fuerzas políticas. Yo no descarto la posibilidad, por remota que ella sea, que algún día todos los hombres de la izquierda venezolana militemos bajo una misma tolda política, si como es seguro, conservamos la inquebrantable adhesión a los principios. 
Inquiero la opinión del dirigente sobre quien, según él, es el mejor parlamentario de la oposición. 
- Es difícil responder a esa pregunta. En la oposición hay valores parlamentarios con específicas virtudes, todas altamente valiosas en un hombre público: Villalba e Ignacio Luis Arcaya; José Herrera Oropeza y Luis Miquilena en URD. Dáger y Casal en el MIR y Pedro Ortega y Gustavo Machado del Partido Comunista. 
- ¿Y quién es el mejor en los partidos del Gobierno? 
- A ratos brilla bastante el doctor Rafael Caldera y cuando se le suelta la lengua de trapo no hace mal papel el doctor Gonzalo Barrios. 

Le disparo entonces una nueva pregunta: ¿Qué opina de Copei? En líneas generales, ¿qué opina del social cristianismo? 

Crudo y directo, suelta la respuesta con rapidez y con vehemencia:

- Yo creo que Copei será siempre un partido segundón en Venezuela. Su clientela está en los sectores más atrasados del país, que naturalmente, son los que tienden a declinar. Con carreteras, luz eléctrica, cinematógrafos y periódicos, los núcleos copeyanos de Los Andes terminarán por extinguirse. Campesino de Pregonero que adquiera el hábito - dice zumbón - de visitar a Tovar siquiera dos veces al mes, escapa al círculo de prejuicios que lo mantienen atado a Copei. En cuanto al social cristianismo en general – agrega - no es una doctrina coherente y concreta, con perdón de mi amigo Luis Herrera Campins. Leí la Encíclica Mater et Magistra, que no representa ni siquiera un cuadro cabal de los problemas más palpitantes del mundo contemporáneo. ¡Cómo es posible que un Papa que pretende orientar a su grey en medio de la compleja maraña de nuestro tiempo no aluda, ni aun incidentalmente, a la lucha de los pueblos coloniales y semi-coloniales por su emancipación, que constituye el movimiento más importante de nuestra época desde el punto de vista de los intereses de la independencia nacional! El social-cristianisrno – relata - es una doctrina crepuscular, porque pretende encubrir, con un manto nuevo, a las fuerzas gastadas del capitalismo. 

Al concluir, una sonrisa de amplia satisfacción ilumina su rostro, que se disipa al oír la siguiente pregunta:

- ¿Acepta el MIR el planteamiento del doctor Jóvito Villalba sobre la reglamentación de las garantías por el Congreso? Su respuesta fue un “no” rotundo, redondo y terminante. 
- Porque admitir ese razonamiento es confesar que la oposición ha sido la fuente de la violencia. 
- ¿Habrá Frente Electoral –insisto- y candidato presidencial común para el 64 entre URD, MIR, ARS y PCV? ¿Sobre qué base?

Astuto, Domingo Alberto vuelve a dejar la silla donde ha estado revolviéndose inquieto y pregunta a su vez:

- ¿Frente de Liberación?.. Podría ser, si se llega en Venezuela a un trance electoral del cual nos separa más de un año. Es obvio que serán discutidas candidaturas. Nosotros no hemos pensado en esas posibilidades. Antes de las elecciones, como lo pretende el doctor Rafael Caldera, cuyo Frente Democrático no es otra cosa que la catapulta que va a lanzar su candidatura, hay que pensar en la restitución de garantías, en el respeto al juego democrático y en la restauración plena de la legalidad.
- Pero parece ser observo- que Ud. no ve otra salida que la insurreccional.

Por única vez cambia el tono de voz: “A una salida insurreccional violenta pareciera llevamos el gobierno”... Calla un instante, junta las manos, me mira fijamente y declara, retornando el hablar mesurado y coloquial: 

- Pero si el propio gobierno se coloca en la esfera de la legalidad, de la cual se salió hace más de un año y son respetados los derechos de la oposición, nosotros estamos dispuestos a concurrir a cualquier clase de certamen cívico para el cual se nos brinden razonables oportunidades. Y vuelta a hacer alto en el camino para señalar: “Sí queremos hacerle una advertencia a nuestros amigos que piensan un poco candorosamente que los cambios históricos se producen como si la política fuese una tertulia entre caballeros reglamentada por las normas del señor Carreño”...

Domingo Alberto es un torrente desbordado: “en nuestro país el proceso electoral, si es que se llega a ello, no va a ser un torneo de flores, ni la entrega del poder a un Frente en el que participe la izquierda se producirá con espontánea puntualidad. Más aún, ese Frente de Liberación tendrá que arrostrar la ira de los poderosos del exterior cuando, por ejemplo, obligue a las petroleras a entregar todas sus divisas al Banco Central de Venezuela. Habrá conspiraciones y sabotajes, bloqueos y zancadillas. Digo estas cosas para que los amigos un tanto ilusos sepan que cualquiera que sea el trance que venga, a la postre las fuerzas progresistas venezolanas tendrán que luchar. 

Fue a estas alturas cuando tras una pausa, más larga que las anteriores, hizo la reflexión del comienzo:

- El problema no está en una oposición entre métodos violentos y métodos pacíficos sino en la política que se haga frente a los intereses dominantes en nuestro país. ¡Ahí está el meollo de la cuestión!.... 

Pero yo no quería dejar ir a Domingo Alberto Rangel sin pedirle su opinión sobre Fidel Castro y su régimen. Me complació: 

- Yo diría que Fidel Castro es el nervio y el inmenso corazón de la revolución cubana. En él se sintetizan el heroísmo desprendido, el misticismo arrollador y hasta esa alegría espontánea que hace del cubano un caracol de risa. 
- ¿Y qué piensa del Che? 
- Es, en la revolución, el laboratorio. La máquina precisa que prevé etapas, anticipa problemas y construye los instrumentos de acción para la obra gubernamental. Fidel es el gran propagandista de la revolución, el guía que sintetiza y exalta al pueblo cubano. El Che es el teórico que aclara en su mente ese mundo que solo se perfila cuando la experiencia convierte las ideas en tareas... 

Cae pesada la hora meridiana sobre la sala. La figura desproporcionada del cuadro de Siqueiros -un obrero todo brazos que pugna por salirse del marco- parece aumentar de tamaño. Domingo Alberto, teléfono en mano, pugna por ponerse en contacto con su casa. Se vuelve, sin soltar el aparato y me dice con gran desparpajo: 

- La tragedia de Acción Democrática está en que no tiene en su seno una figura de relieve.
- ¿Cómo? Después de cuanto me ha dicho, me ha dejado perplejo. 

Caemos nuevamente en el tema de las candidaturas presidenciales y en las posibilidades electorales de los grupos políticos más consolidados.

- El doctor Raúl Leoni – comenta - tiene los méritos de una larga vida de luchador; pero carece del brillo y la capacidad de un líder político; el doctor Gonzalo Barrios es demasiado versallesco para ser una figura grata a las grandes mayorías de este país, de hombres francos y duros. Y el doctor Juan Pablo Pérez Alfonzo es un técnico distraído en las abstracciones de los grandes problemas petroleros, tanto, que habla y parece un extranjero.
- A menos que la vieja guardia - añade con sarcasmo -, quiera satisfacer la vena folklórica del pueblo venezolano y lance a Malavé Villalba como candidato presidencial... y aún agrega: 
- Tal vez algún candidato independiente sea lo que busquen algunos prohombres del Gobierno. Pero... ¿Dónde está el independiente? Carrillo Batalla pertenece a la oposición. En las últimas conversaciones que he tenido con él, ha respaldado muchos de nuestros planteamientos económicos. Al doctor Rafael Pizani no creo que le agrade mucho ser candidato oficial. El problema podría resolverse si---y vuelve Jurunga, Jurunga, pensando en alto--- como muestra del acierto económico de este gobierno, la vieja guardia lanzara la candidatura de Mayobre... 

Son casi las 2 de la tarde. Al fin Domingo Alberto ha podido hacer contacto telefónico con su casa. 

- ¡Aló, Aló ... ¿Consuelo? - y volviéndose hacia mí, mientras procura hacerse oír - ¡Esta mujer mía reaccionaria! 

No se trata de una alusión política. Es que Consuelo Mantilla, su esposa, hermana de los doctores Wenceslao Mantilla (Lalao) y Manuel Mantilla (El Negro” Mantilla), Comisionado del Presidente de la República, ambos de AD Vieja Guardia, se resiste a acompañarle a un almuerzo. 

El doctor Rangel tiene cuatro hijos: Domingo, hijo; Beatriz, José Ramón (Monchito) y Luisa Leticia (Lulé). Dos nacidos en Caracas; uno en La Paz, Bolivia y la última en Tovar, Estado Mérida, terruño donde Domingo Alberto Rangel, máximo líder del Movimiento Izquierda Revolucionaria, viera la luz hace 39 años.

No tantos como algunos han pensado, en razón de su calvicie ni tan pocos como muchos quisieran que tuviera. 
Un detalle final. A ninguno de los dos se nos ocurrió hablar sobre la huelga de hambre que han declarado algunos presos.

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