viernes, 10 de enero de 2020

Una vigencia histórica



Rómulo Betancourt fue el venezolano que en su época mejor conocía la historia política de la independencia y del siglo XIX



En ocasión de haberse cumplido el vigésimo primer aniversario de la muerte del ex Presidente Rómulo Betancourt (2002), su partido Acción Democrática realizó en su sede de La Florida un acto conmemorativo y correspondió al Dr. Ramón J. Velásquez hablar de su gestión de gobierno ante una enorme concurrencia que plenó el salón azul de la organización política. El invitado de honor comenzó diciendo:

“Este es un gran honor; porque admiro la figura de Rómulo Betancourt como uno de los grandes venezolanos del siglo XX. Comparto la opinión de un historiador contemporáneo (Manuel Caballero), quien en un libro próximo a circular señala cuatro figuras polémicas, naturalmente en el tiempo que va de 1830 a 1999: José Antonio Páez, el fundador de la república; Antonio Guzmán Blanco, el modernizador; Juan Vicente Gómez, el Estado Nacional y Rórnulo Betancourt, por cuanto la organización que él concibe desde sus días de desterrado el año 31, logra un sueño como él mismo lo dijo en uno de sus mensajes.” El sueño de la civilidad, el sueño de la democracia venezolana”.

- Yo lo conocí - y tal vez soy uno de los testigos sobrevivientes más viejos - y quería decir unas pocas palabras, porque veo aquí una nutrida representación juvenil, lo que me alegra; porque, de Rómulo Betancourt apenas conocen el nombre, pues quiero comentarle a esa juventud, a esas mujeres y a esos hombres, a esos estudiantes, que Rómulo Betancourt, expulsado del país, después de los sucesos de febrero de 1928 cuando arribó a Curazao, no contaba aún los 21 años de edad. Y va a ser uno de los grandes autodidactas de la política venezolana: como Leoni, como Valmore Rodríguez, como otras grandes figuras de la democracia.

No había en Venezuela tiempo para formarse. La única universidad era la de Caracas. La de Mérida estaba muy lejos. Uno de los primeros hechos de Rórnulo Betancourt en la vecina isla fue inscribirse en un partido que habían fundado los obreros de las refinerías y según me contó, se dedicó a aprender inglés con un método llamado Cortina y la ayuda de un diccionario.

¿Con qué objeto? Para poder leer los libros sobre petróleo venezolano y con esa voluntad bárbara que tuvo hasta el final de sus días, aprendió a traducir publicaciones acerca del petróleo en América Latina y sobre los banqueros norteamericanos en el sector. 

“Fue un gran estudioso y lo mismo en Barranquilla que en Santo Domingo, buscó siempre tiempo y amistades que le pudieran facilitar la lectura de libros, hasta llegar a San José de Costa Rica,en donde en su condición de empleado de la Biblioteca Nacional y en un ambiente tranquilo, se leyó los catorce tomos de la Historia Contemporánea Venezolana de González Guinán...Por eso alardeaba de ser uno de los venezolanos que mejor conocía Ia historia política de la independencia y del siglo XIX. 
También leyó allí, cosas que muy pocos políticos de su tiempo hicieron, a excepción del grupo que fue a París: los textos completos del Materialismo Histórico y de Carlos Marx, consolidando una sólida formación. Hizo amistad con las grandes figuras democráticas latinoamericanas de la época: José Vasconcelos. Manuel Ugarte, Eduardo Santos; para representar a una Venezuela que estaba secuestrada y silenciosa. Ese fue Rómulo Betancourt”.

“La polémica más interesante del siglo XX venezolano, que deben leer, se salvó porque alguien robó los archivos de Raúl Leoni en Barranquilla y se los entregó al gobierno de López Contreras, que publicó el texto sin alteración y allí; en esa polémica que Betancourt empieza en el año 31 -con Leoni, con Valmore Rodríguez y con Mariano Picón Salas- destaca un hecho fundamental: Estaban concibiendo el país que Iba a ser, después del país sojuzgado, silencioso, atemorizado, de la dictadura de Gómez.

Ellos estaban pensando en lo que iban a hacer en el régimen político que sobrevendría y sobre todo en la educación ciudadana. Fue la primera vez que yo leí en un texto, aquello que luego adoptó Acción Democrática: En cada aldea una escuela; en cada pueblo un liceo; en las capitales de los Estados, colegios, institutos pedagógicos, tecnológicos, industriales y al final, las universidades experimentales.

Debatían el problema petrolero, el control que debía ejercer el Estado sobre las compañías norteamericanas e inglesas que lo explotaban; pero la obsesión fundamental en esas cartas de Betancourt con Leoni, era la corrupción administrativa y política de la época. De tal manera que todo eso se va a conjugar por primera vez en el Programa que es el Plan de Barranquilla. Cuando muere Juan Vicente Gómez y se abren las puertas del país a los exiliados y cierran las cárceles, aparecen en Venezuela la generación de jóvenes desterrados y los viejos generales que se habían ido al exterior y que  regresaban, igualmente: líderes del liberalismo y del conservatlsmo de los años 13 y 14 Y estos jóvenes del año 28.

Hay un hecho muy importante. Los viejos generales publicaron avisos en los periódicos: “Partido Liberal Amarillo. Se abren las inscripciones”, “Partido Nacionalista”... Nadie les fue. Pero cuando aparecieron Rórnulo Betancourt, Jóvíto Víllalba, Valmore Rodríquez, en las plazas públicas, las multitudes se congregaban todas las noches para oírlos. La universidad el año 36 le abrió las puertas a los expulsados del año 28 para que completaran sus estudios. Betancourt entró; Yo me le acerqué mucho porque él había publicado el año 32 en Costa Rica, un libro: “Con quien Estamos”; porque en un periódico anti gomecista de Nueva York, de un señor llamado Carlos López Bustarnante, éste decía que el mal venezolano no eran liberales, ni conservadores; dictadura o democracia, que eran los tachirenses y que había que matarlos. 

Entonces Rómulo Betancourt escribe un alegato formidable explicándole las cosas a ese señor López Bustamante. “No sea necio”, le decía, quienes dominan no son los andinos, sino una alianza de las viejas clases explotadoras. Una alianza del alto comercio, de las compañías petroleras y de los altos funcionarios 
Y vamos a crear una alianza entre las clases integradas por los obreros que se están formando en las compañías petroleras, los artesanos, que hay que convertiros en obreros, los empleados de comercio, los maestros de escuela, los profesores universitarios y los sectores de la burguesía-decía él-que tienen mentalidad democrática.

Ese libro que leí en el Liceo Andrés Bello (me lo facilitó Rafael Octavio Jiménez) hizo que se me grabara el nombre, Cuando llegué aquí, lo fui a buscar a una pensión que estaba situada en la esquina de La Romualda. Estaba reunido con Leoni y con Manuel Felipe Ruqeles. Desde entonces lo buscaba. Un día me dijo en la universidad:”Me voy, yo no vine a graduarme de abogado sino a fundar un gran movimiento nacional. Ya dejo aquí a los que me van a acompañar: Luis Lander, Leonardo Ruíz Pineda, Alberto López. Ellos se quedan aquí pero yo tengo que ir a buscar en Cabirnas y en Puerto La Cruz, en los Puertos de Altagracia, a los obreros, porque un partido socialista sin obreros son cuatro gatos en un tejado. 

“Las masas son indispensables en la concepción de nuestro partido”. Y así lo hizo, Visitó los campos petroleros y en cada pueblo, en Coro, en Barcelona, en San Fernando de Apure, lograba uno o dos profesionales, trabajadores artesanales que él, de una vez, convertía en dirigentes de sindicato: del calzado, que afiliaba a zapateros; del Transporte, que congregaba a los taxistas. Y así fue! al mismo tiempo creando el movimiento político, estimulando mucho a los comerciantes para que se unieran en cámaras y, a las mujeres: Cecilia Núñez Sucre, Mercedes Fermín, etc. y a los campesinos. A ese movimiento él le dio primero el nombre de ORVE y no fue presidente ni secretario general, porque él decía que el venezolano que había vivido bajo Juan Vicente Gómez estaba muy atrasado y le tenía miedo a la política. 

Tenemos que explicarles a los venezolanos y a los doctores qué es la política. Y ese movimiento lo dejo en manos de Alberto Adrlanl y de Mariano Picón Salas. El se quedó como secretario de organización, hasta que vino la más grande huelga general que ha habido en Venezuela hasta el día de hoy. Tres días paralizado el país; pero no había nada detrás y el gobierno dictó un decreto disolviendo a ORVE al PRP que eran los marxista-leninistas, a la Federación de Estudiantes. ORVE se fue entonces a la clandestinidad, con el nombre de Partido Democrático Nacional; pero a poco; Acción Democrática rescata al PDN y los comunistas al Partido Comunista, bajo la clandestinidad”.

“Hay que hablar de los estudiantes, los obreros, los campesinos, las mujeres. Betancourt se empeñó en que fueran figuras prestantes, lo mismo que los intelectuales y allí está, entonces aquella gama: Gallegos, Andrés Eloy Blanco, Juan Pablo Pérez Alfonzo, Ambrosio Oropeza, Juan Oropeza, Inocente Palacios, que formaban un grupo de intelectuales y de juristas, en aquella labor; pero fue fundamental la movilización de las masas del país.

Por eso, cuando el conflicto de 1945, la crisis que surge entonces por la gran pugna entre los generales Isaías Medina Angarita y Eleazar López Contreras, Betancourt logra con su presencia transformar un golpe militar en una revolución. Y Venezuela, por primera vez en su historiar participa en un proceso electoral transparente.

Y como la mayoría era analfabeta, hubo que definir cada partido por un color. La Asamblea Constituyente fue de estudiantes de la universidad cercana al Capitolio, de obreros, de mujeres en número de 15 o más; de sacerdotes. Allí estaban Acción Democrática, Copeí, URD y el Partido Comunista. De tal manera que esa Constitución del 47 es, históricamente, la primera que en Venezuela discuten los diversos sectores nacionales. Y es un gran paso de avance por las garantías sociales que representa.

Viene una nueva crisis: la dictadura; pero ésta constituyó para los partidos, para Acción Democrática! y para los sindicalistas una forja, un crisol. Diez años después no necesitaron los partidos políticos -AD, Copel, URD, ni los sindicatos que Ileqaron del exilio, realizar mayores esfuerzos, el 26 de enero estaban constituidos en sus locales todos los partidos interviniendo en la vida política venezolana.

Esa es una labor que va a continuar y si el año 45 se puede señalar, por la movilización de las masas, por la definitiva incorporación de todos los sectores a la batalla política, el año 1958 es paradigmático por un acuerdo que es fundamental en la historia venezolana y que permitió 40 años de democracia. Fue el Pacto de Punto Fijo. Esa no es ninguna vagabundería. Ese es un gran pacto histórico. No es ninguna trama. Se reunieron partidos políticos, sindicatos, gremios empresariales, medios de comunicación y la iglesia católica, para llegar a un acuerdo y poder hacer viable el régimen democrático. Y se cumplió.

Yo acompañé a Betancourt en la Secretaria General de la Presidencia y vi el espectáculo más extraordinario, irrepetible: el Consejo de Ministros tenía minoría del partido de gobierno, que era Acción Democrática. Allí estaban sentados como ministros de la más alta significación, URD, Copei e independientes de la categoría de Amoldo Gabaldón, Rafael Pizani y Andrés Aguilar Mowsley, que no era copeyano, sino una persona Independiente. Estaba representada la totalidad del país político y eso se repetía en las gobernaciones de los Estados y en los ministerios.

Difícil un gobierno de esa naturaleza, después de diez años de dictadura.

Y se hizo, en medio de dos guerras: la guerra de la guerrilla, financiada por Fldel Castro y la Unión Soviética por una parte, uno de cuyos frentes estuvo comandado por el capitán Ochoa, que después llegó a general, como consta en los libros oficiales de la república cubana y por otro lado, el grupo sobreviviente del perezjimenismo, que tuvo expresión en el alzamíento de Barcelona y luego en la invasión por Cúcuta.

Además de otras conspiraciones que liquidó y aplacó antes que estallaran. El número total de conspiraciones, golpes y frustraciones, fue de once. Además de un atentado planeado por Rafael Leonidas Trujillo.
Hubo un momento en que la situación era tan grave que teníamos todo el Caribe en contra. Por un lado Trujillo y Somoza organizando el atentado, por el otro, Fldel Castro dando parque y capitales, mas la acción interna y se salió adelante con una excelente acción administrativa, como se demuestra en los mensajes y en las memorias de la época.

“Con la puesta en marcha de las grandes consignas, fueron realidad entonces, vivienda, educación y salud. Nunca el presupuesto de Educación había llegado a las magnitudes que tuvo entonces, nunca la educación tuvo la jerarquía que tuvo entonces.

Cuando Rómulo Betancourt iba a entregar el poder, quince días antes, me preguntó:

- ¿Al fin has resuelto qué vas a hacer? 

Le respondí:

- Me voy a ir. Yo conseguí un puesto. 

Entonces me dijo:

- Yo también me voy” El general Gómez me tuvo desterrado ocho años; el general López Contreras, 2 y éste Pérez Jlrnénez, 10. Veinte años de destierro. Ahora me voy desterrar yo. Porque yo no soy Guzmán Blanco. Yo no vuelvo al poder y no quiero que digan que el presidente Leoni es un muñeco y que yo estoy mandando. No. Si me quedo aquí, los enemigos de Leoní van a venir a molestarme y los enemigos míos van a ir donde Leoni. No. Me voy, me destierro. Voy a aprender cosas nuevas.

Y me dijo, igualmente, lo que yo repetí para el libro de Caballero:” Para mí la gloria es haber fundado Acción Democrática. Presidentes han sido muchos. El partido queda. Yo muero y el partido queda. Si yo tengo algún mérito es ese. Ahora, qué es lo que debo hacer. No repetir a Guzmán Blanco. No volver a ser presidente de la república. No vuelvo a ser presidente. Ya está bueno”, “También me dijo: “Mira, en aquella aventura del 45 el partido sin saber lo que yo Iba a hacer y cuando me vio me acompañó. Esa fue una audacia. Ha podido reclamar mi deslealtad, Lo que hizo fue acornpañarme. Y votaron por mí a pesar de que hubo alguien que no quería que yo fuera presidente.

Entonces, qué más les exijo. Hay que abrirles campo a los otros. Me voy. Cuando regrese me voy a poner a escribir mis memorias -cosa que no hizo- pero no vuelvo a intentar intervención directiva como presidente de la república. Eso está clausurado.

¡Ese fue Rómulo Betancourt! Ese es Rómulo Betancourt. Por eso, recordarlo no es hablar de un muerto. Es hablar de una vigencia histórica, porque estamos dentro de la crisis más larga y profunda que ha vivido el país y que empieza en 1993 cuando quien gana la presidencia es una persona que ha abandonado su partido para constituir una agrupación electoral. 
Ya esa era una señal. Pero la señal máxima fue el año 1999. Estamos en una crisis en que por primera vez hay un intento de imponer fórmulas de la izquierda marxista-fidelista, No la inventamos, la repetimos.

Pero frente a eso, la democracia ha crecído en los últimos tres años y esas marchas, todas esas manifestaciones, son un fenómeno extraordinario; un signo de la fortaleza democrática, Ya los venezolanos se sienten parte del sistema sin escoger colores. Son demócratas, Ese es el gran logro de los fundadores. 

Ahora lo que se le exige a la democracia con sus nuevos dirigentes es que tengan en cuenta que el país cambió que hay una población nueva que no conoce de esos esfuerzos, de esas luchas, de esos sacrificios. Se les ha dicho que esos grandes luchadores fueron unos personajes corrompidos.

“Esa democracia debe tener un rumbo que es saber que el país cambió por obra de la misma democracia, Porque nunca Venezuela había tenido la calidad y cantidad de profesionales, hombres y mujeres creados por la democracia. ¿Quiénes manejan Pdvsa, quienes manejan el complejo de la industria pesada del hierro y del acero?: Venezolanos de Calabozo; de Lara, del Táchira, de Maturín.

No son gente de Suecia ni de Suiza ¿Quiénes manejan todas las factorías de la industria privada y la ciencia? Nunca mayor número de escritores y escritoras, mayor número de investigadores científicos, mayor número de empresarios jóvenes. Ese es el fruto de esos 40 años. Esa es la verdad y no la otra.

Por eso, para terminar, creo que esas manifestaciones son una expresión de solidaridad con los principios que crearon la empresa de democratizar a Venezuela, de movilizar la nación. Batallas futuras, claro que las habrá. Pero con la voluntad y con la historia de la organización el camino está andado”.

(Nota: Grabé este discurso del Dr. Ramón J.Velásquez con autorización suya, por supuesto, pues por entonces todavía me desempeñaba como jefe nacional de prensa de Acción Democrática. y me ha parecido oportuno reproducirlo ahora por lo extraordinariamente pedagógico que resulta, sobre todo para la actual generación ametrallada por una falsa prédica contra los compatriotas que en el siglo pasado se esforzaron por crear un sistema democrático por el cual todos estamos clamando).

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